¿Qué pasa cuando un medio de comunicación, en vez de regirse por las máximas del periodismo –ser plural e independiente– se rige por intereses empresariales?
Pues que aunque sea el más leído de la provincia no proporciona a sus lectores noticias y autocensura las que el jefe (un empresario en vez de un periodista) ordena que sean censuradas?
En La Bañeza pasa eso con un diario, que desde hace meses, por una concesión de basuras no dada a una empresa que tiene que ver con ese diario, cogió, cual chiquillo malcriado, una pataleta y ha dejado de publicar la foto del Alcalde Palazuelo en todos los actos (perjudicando a miles de personas que no tienen necesariamente que ver nada con la pataleta). La censura en la prensa del s. XXI. Una vergüenza… pero por desgracia aún hoy muchos periódicos no están para informar a los ciudadanos, sino para servir a unos intereses económicos particulares.
Un claro ejemplo: la noticia de hoy que abre la sección de La Bañeza, donde no se menciona ni una sola vez a una persona que se ha pasado 6 meses buscando firmas para un fin solidario: lograr un hospital para los ciudadanos del sur de la provincia de León. 22.000 firmas conseguidas y ni una sóla mención a su nombre… y una foto de pena para ilustrar la noticia, que no recoge el momento más relevante del acto ‘por no sacar al Alcalde’ al que el periódico tiene vetado.
