domingo, 2 de enero de 2011

A PROPOSITO DE LA ENTRADA EN VIGOR DE LA NUEVA LEY REGULADORA DEL CONSUMO DE TABACO

El 2 de Enero entrará en vigor la nueva Ley Reguladora del Consumo de Tabaco en España. No somos los primeros en regular de forma mas estricta el tabaquismo en lugares públicos. Otros países como Irlanda, Noruega, Italia, Francia, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Eslovenia y alguno mas, llevan ya años sin humo en lugares públicos y existen ya datos de resultados en salud de estas medidas. Por ejemplo en Escocia la entrada en vigor de una estricta regulación del consumo de tabaco se asoció a una reducción de un 18,2% en el número de ingresos hospitalarios en niños por asma. En España, donde se cumplen ahora 5 años justos de la entrada en vigor de la ley 28/2005 hasta ahora vigente, el Observatorio para la Prevención del Tabaquismo ha comunicado interesantes resultados especialmente entre los trabajadores de la hosteleria y en la tasa de incidencia de Infarto Agudo de Miocardio, entre otros resultados y a pesar de su clara insuficiencia. Es evidente que el impacto sobre la mortalidad por cáncer, por enfermedades cardiovasculares o respiratorias crónicas, va necesitar mas tiempo para que se puedan objetivar y medir .

La necesidad de una regulación mas restrictiva como la que ahora entra en vigor, era una necesidad y un clamor con razones apabullantes e incuestionables y solo discutibles desde inconfesables intereses que no son desde luego los de los fumadores. El tabaco es la principal causa de muerte prevenible en el mundo occidental, provocando en España mas de 50.000 muertes directamente atribuibles al tabaco, 12 veces mas que por accidentes de tráfico. SE estima que la mitad de las personas que fuman van a morir de una enfermedad asociada al tabaco. Además el 25% de estas muertes acontecen antes de los 65 años, lo que provoca un altísimo impacto en términos de años de vida perdidos, con un promedio de 10 años de vida perdidos por fumador. Fumar tabaco está demostrado científicamente que produce cáncer de pulmón, laringe, riñón, vejiga, estómago, colon, cavidad oral y esófago, asi como leucemia, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cardiopatia isquémica, infarto de miocardio, aborto, parto prematuro, defectos de nacimiento e infertilidad entre otros efectos.

En términos económicos, el tratamiento de las enfermedades asociadas al tabaco provoca en España, unos costes directos estimados entre 3500-4000 millones de euros al año según datos del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, lo que representa aproximadamente un 13% del presupuesto sanitario total. A esto habría que sumar los costes indirectos que por ejemplo para las empresas por bajas laborales etc sumarian otros 3000 millones de euros según algunos expertos. Y aunque la salud y la vida humanas no tienen precio si tienen un coste que podría minimizarse con una intervención intensiva e integral tanto en prevención, como en tratamiento y en regulación del consumo de tabaco. Estas cifras adquieren en la coyuntura económica actual, un mayor significado, y dan sentido y justificación a la nueva ley .


Como médico y como Presidente de la Junta Provincial de la Asociación Española Contra el Cáncer en León, no puedo menos que saludar la entrada en vigor de la nueva ley, sin dejar de subrayar lo mucho que aun queda por hacer. Es preciso como señalan todos los expertos y las sociedades científicas, intensificar las campañas de prevención, teniendo en cuenta que es mucho mas fácil no empezar a fumar que abandonar el hábito tabáquico. En España se calcula que 400 jóvenes y adolescentes se incorporan cada dia al tabaquismo. Seria una buena medida intensificar la presión impositiva del tabaco y destinar todos los ingresos derivados de la misma a campañas de prevención, contrarrestando y reprimiendo la publicidad del tabaco. Además demandamos una mayor atención a los fumadores que quieren dejar de serlo, ofreciéndoles mas ayuda y financiación de los tratamientos fármacológicos para dejar de fumar. Resulta paradógico que el Sistema Sanitario financie sin reservas y a cualquier coste el tratamiento de las enfermedades producidas por el tabaco y no financie los fármacos registrados y autorizados para tratar el tabaquismo, cuando además dejar de fumar, es la única medida relevante para detener y cambiar el curso clínico de muchas enfermedades asociadas al tabaco como la EPOC y otras.

La tarea que queda por delante es ingente y a este nuevo e importante paso deben sumarse otros nuevos en los que han de implicarse todos los sectores de la sociedad, el educativo, el sanitario, el económico y desde luego el político, para vencer lo que entendemos es un reto importante para todos los ciudadanos.


SERAFIN DE ABAJO OLEA

PRESIDENTE DE LA AECC EN LEON